​Dando continuidad a nuestra línea editorial, siempre pegados a la mayor objetividad que la luz del proceso histórico indica, como del papel que debe tener la comunicación digital, veraz, orientadora abordamos el momento que Latinoamérica vive por el COVID19.

Regresar a la normalidad, no puede convertirse de ninguna manera en insistir en varias malas prácticas del pueblo sobre todo en temas higiénicos, nombramos por falta de espacio algunas.

Orinar, escupir en la calle, estacionar vehículos sobre la acera, sacar a ensuciarse a mascotas en vía pública, hacer de cualquier lugar no adecuado espacio de venta de alimentos, siendo focos de infección, insistencia humana ante lo cual no hay politica publica que valga.

​Es necesario que las nuevas generaciones y todos en general nos indignemos de aquello, que no debe estar en lo que se ha denominado "regresar a la normalidad" o "nueva normalidad".

Definitivamente debemos asumir un cambio cultural que se rebele antes esas viejas costumbres acuñadas en el siglo pasado en donde se mal enseño que libertad es hacer lo que le da la gana al ser humano que actuó por instinto primario y no por comunidad.

Es indispensable que toda la sociedad o al menos una parte se convierta en vanguardia y luche contra dicha vieja cultura de la indisciplina y suciedad para implantar una nueva que tenga por principios la nueva relación con la naturaleza y con las diferencias.

​Era el año 2005, transcurría el gobierno del Ingeniero Coronel Lucio Gutiérrez, era también, el tercer gobierno del Ecuador en el nuevo milenio y el debate respecto de dejar atrás a la partidocracia por nuevos paradigmas hacia una nueva civilización.

El Gobierno Sociedad Patriótica - Pachakutic triunfó en 2002 y tomó posesión en 2003, se declaró  "economía de guerra", abrió relaciones con las multilaterales hacia una carta de intención con el FMI.

Pero, sobre todo, no se dió cargos  públicos indiscriminadamente, ni se institucionalizó el estatismo, correcto, pero, las pocas cuotas políticas que se dieron se lo hizo a una argolla familiar, lejana de la cosa pública o en el mejor de los casos a ex compañeros de armas, gran error. 

​A la luz de los sucesos del Golpe de Estado del 20 de abril de 2005, se puede aseverar que por otro lado otros sectores quedaron fuertemente golpeados con la decisión popular de elegir a Gutiérrez.

El izquierdismo, que le aposto al jurídico de la banca León Roldós en donde invirtieron dinero para dar imagen de pureza ideológica. La derecha PSC y su entonces caudillo León Febres Cordero. La Socialdemocracia DP -ID quedaron casi tablas.

Es en este último sector en donde se gestan las vertientes del Golpe de Estado. Rodrigo Borja, Democracia Popular de donde sale Rafael Correa,  como también los entonces jóvenes Ruptura de los 25. Hace exactamente 15 años Ecuador sufrió otro Golpe de Estado en donde las FFAA jugaron el papel de verdugo ante la democracia.

​La sociedad completa esta a prueba, incluso respiro dos veces antes de redactar y debatir el presente editorial, toda responsabilidad como medio de comunicación comprometidos con nuestra comunidad de lectores y seguidores digitales.

Toda nuestra sociedad esta a prueba. El sistema económico y sus murales de eficiencia, democracia y libertad. El sistema político y su desconcentración de funciones con parlamentos amplios.

Las generaciones, sí en plural las que convivimos con los hábitos del siglo pasado de viveza criolla y hacedores de la democracia, las intermedias rebeldes y desesperanzadas, las actuales graciosas y ya convencidas que los viejos paradigmas son aburridos y óxidos.

​La ciudadanía, esa categoría entregada por La Ilustración a los "propietarios" de la cosa pública, la hemos sabido encargar, conservar y entender me pregunto.

El empresario, ese sujeto histórico que rompió las cadenas del feudalismo y trabajo el Liberalismo cargado de libros, ciencia, leyes, y derechos, ese creador ya no existe, se esfumó en el facilismo.

Todos los actores de la cultura tradicional son puestos a prueba, estamos ante los albores de una nueva civilización, un paso cultural que exige un nuevo comportamiento, nuevas utopías, hacia ese mundo mas humano en donde la propia religión sea diversidad y no un solo monopolio, pues libere la espiritualidad de una doctrina.