La política es la síntesis de las especialidades, en ella se expresan las contradicciones y también se alimenta de las capacidades de su sociedad, obscurece los caminos y aclara la marcha de una sociedad según esta sepa usarla.

En el Ecuador, país nacido como efecto obligado del primer intento de formar una sola república en la parte nor occidental de sud América, la política tiene tintes dispersos.

Al inicio de este siglo XXI, con una bonanza económica, con una diversidad social pacifista fue avanzando en derechos y poniéndose al frente de reformas que permitirían al pequeño pero rico país, ser una nación en el nuevo siglo.

Luego de la primera experiencia por conformar un solo estado en la región noroccidental de Sud América a lo que se llamó la Gran Colombia, el Ecuador ha sufrido varias etapas.

Etapas marcadas sobre todo por el el vaivén de la economía y la política internacional que ha condicionado la historia ecuatoriana y también la hegemonía tanto de clase como cultural al interior de su territorio indefinido.

Al entrar en la segunda década del presente siglo, la política en el Ecuador debe mantenerse en regular el Estado, teniendo una apertura global, dejando y estimulando la localidad como elemento cultural en diálogo con la región y el mundo.

El deporte es parte de la cultura humana, esa posibilidad del cuerpo humano que le reta a las leyes de la naturaleza y con ello despliega todas las capacidades de la especie.
​
Es en este sector en donde el Ecuador, país de contrastes, en estos días se ha visto copado por las emociones de sus deportistas, en varias disciplinas, de toda edad y género, mientras las noticias formales son negativas y de malos hechos.

Tal parece que las circunstancias abogan por una institucionalidad en crisis, lo hizo la hermandad en la Guerra del Cenepa 1995, o el corazón internacionalista de los migrantes.

Bastará hoy que la "partidocracia", se suba a la bicicleta de Richard Carapaz como lo hicieron en 2001 al conseguir la Selección de Fútbol la primera clasificación al Mundial FIFA? 

Será que las masas quedan atrapadas en una camiseta, una canción, una foto de las autoridades con las heroínas como Glenda Morejón, para legitimar una institucionalidad, una matriz cognitiva y un método que no da resultados?

Que el deporte sea el llamado de la disciplina, la lucha, resistencia, el triunfo, la amistad, el juego limpio y se refuerce la localidad, la provincia hacia un mundo global de mejores días.